Seguramente alguna vez te ha salido una de esas molestas llagas en la boca que no te dejan comer ni hablar a gusto, ¿verdad? Pues, esas son las famosas aftas o úlceras bucales, y cuando te aparecen con frecuencia, estamos hablando de estomatitis aftosa recurrente.
Se trata de unas lesiones dolorosas que aparecen una y otra vez en la boca. Normalmente son redonditas u ovaladas, con el centro blanco o amarillento y rodeadas de un borde rojizo que indica inflamación.
Aunque no son contagiosas, el dolor que causan puede ser bastante incómodo, sobre todo cuando comes alimentos ácidos como limón o vinagre, o cuando simplemente hablas y los músculos de la cara rozan la úlcera.
¿Por qué salen las aftas?
Aquí está la cuestión: aún no sabemos exactamente por qué aparecen estas aftas de manera recurrente, pero parece que hay varios factores que podrían tener algo que ver:
- Genética: Si alguien en tu familia las padece, es más probable que también te salgan.
- Sistema inmunológico: A veces, el cuerpo se pone un poco agresivo y ataca las células de la boca, lo que podría provocar la aparición de aftas.
- Estrés y fatiga: Cuando estamos bajo mucho estrés o no descansamos lo suficiente, nuestras defensas bajan y, ¡zas!, ahí aparecen las aftas.
- Lesiones en la boca: Un mordisco accidental o los roces constantes con algún aparato dental pueden hacer que surjan.
- Falta de nutrientes: Si no tienes suficientes vitaminas como B12, ácido fólico, zinc o hierro, también podrías ser más propenso a padecerlas.
- Hormonas: Los cambios hormonales, especialmente en las mujeres, pueden influir.
- Alimentos: Algunos alimentos, sobre todo los ácidos o picantes, pueden desencadenarlas en ciertas personas.
¿Cómo se tratan?
Aunque no hay una cura definitiva, hay varias maneras de aliviar el dolor y ayudar a que las aftas se curen más rápido:
- Medicamentos tópicos: Se pueden aplicar productos con esteroides o antiinflamatorios directamente en la úlcera para aliviar el dolor.
- Colutorios: Los enjuagues antimicrobianos o con esteroides también pueden ayudar a reducir el dolor y prevenir infecciones.
- Suplementos: Si tus aftas están relacionadas con una deficiencia de nutrientes, los suplementos de vitaminas y minerales pueden ser útiles.
- Evitar alimentos irritantes: Mantén una dieta libre de alimentos ácidos, picantes o irritantes para evitar empeorar la situación.
- Manejo del estrés: Practicar técnicas de relajación y asegurarte de dormir bien también puede marcar una gran diferencia.
¿Por qué es importante una revisión completa?
Como las aftas pueden estar relacionadas con otros problemas de salud, es esencial que recibas una evaluación completa para determinar la causa y encontrar el tratamiento más adecuado.
En nuestra clínica, te ofrecemos una revisión exhaustiva para identificar qué está desencadenando tus aftas recurrentes y te proporcionamos un tratamiento personalizado que te ayudará a mejorar tu salud bucal.
Si las aftas no te dejan en paz o tienes cualquier otra molestia en la boca, ¡no dudes en pedir una cita! Estamos aquí para ayudarte a que vuelvas a sonreír sin dolor.
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