La mordida abierta es una maloclusión dental que afecta tanto la estética como la funcionalidad de la boca.
Aunque comúnmente se asocia con la infancia, muchos adultos también enfrentan este problema, lo que puede derivar en dificultades al hablar, masticar y mantener una buena salud oral.
¿Qué es la mordida abierta?
La mordida abierta se caracteriza por un espacio vertical entre los dientes superiores e inferiores cuando la boca está cerrada.
Este espacio puede estar presente en los dientes frontales o posteriores, y en los casos más severos, puede impedir que la boca se cierre completamente.
Causas de la mordida abierta
Las razones detrás de la mordida abierta son diversas, combinando factores genéticos, hábitos adquiridos y problemas funcionales.
- Genética: La forma y estructura de la mandíbula y los dientes pueden ser heredadas.
- Hábitos en la infancia: Chuparse el dedo, el uso prolongado del chupete o la respiración bucal pueden contribuir al desarrollo de esta condición.
- Problemas temporomandibulares: Trastornos en la articulación temporomandibular (ATM) pueden causar desalineaciones que resulten en una mordida abierta.
- Desequilibrio muscular: Hábitos de deglución atípicos pueden evitar que los dientes se junten correctamente.
- Problemas de recimiento: Discrepancias en el crecimiento entre la mandíbula superior e inferior pueden resultar en una mordida abierta.
Consecuencias a corto y largo plazo
Las implicaciones van más allá de la estética, afectando varios aspectos de la vida diaria:
- Dificultades al hablar: Puede interferir con la pronunciación de ciertos sonidos.
- Problemas al masticar: Dificultades en la masticación pueden afectar la digestión y la nutrición.
- Desgaste dental: Una mordida desigual puede llevar a un desgaste anormal de los dientes.
- Problemas en la ATM: Desalineaciones pueden aumentar la tensión en la articulación temporomandibular.
- Impacto psicológico: Puede afectar la autoestima y la confianza personal.
Tratamientos efectivos para la mordida abierta
El tratamiento de la mordida abierta en adultos suele ser multidisciplinario. Entre las opciones más comunes se incluyen:
- Ortodoncia: Brackets y otros dispositivos ortodónticos pueden realinear los dientes y la mordida.
- Cirugía ortognática: En casos severos, la cirugía puede ser necesaria para reposicionar los huesos de la mandíbula.
- Terapia miofuncional: Reeducación de los músculos orofaciales para corregir patrones de deglución y respiración.
- Aparatos ortopédicos funcionales: Dispositivos que mejoran la función muscular y la postura de la mandíbula.
- Invisalign: Alineadores transparentes como opción menos invasiva y más estética.
Prevención
Para prevenir la mordida abierta, es esencial manejar los hábitos causales desde la infancia y monitorear el crecimiento dental.
En adultos, una buena higiene oral y visitas regulares al ortodoncista son claves para detectar y tratar problemas a tiempo.