Es importante que en el momento de iniciar una endodoncia, no haya una infección en la pieza dental. En el caso de tenerla, previamente se debe hacer un tratamiento antibiótico para asegurar el éxito del procedimiento y que sea totalmente indoloro.

  • Estudio exhaustivo con radiografía digital, para determinar el alcance de la pulpitis, nivel de inflamación y de infección.
  • Administración de anestesia local, para “dormir” la zona a tratar y asegurar la ausencia de dolor.
  • Limpieza y eliminación de la caries para evitar que se reproduzca y acceso a la cavidad donde está la pulpa dental.
  • Realización de una conductometría, limpieza de los conductos radiculares y se extrae la pulpa dental.
  • Obturación y relleno con material biocompatible para un sellado eficiente y duradero.
  • Reconstrucción del diente o muela con empaste o funda dental.

Seguimiento con controles periódicos, por el odontólogo especializado en endodoncia.